lunes, 14 de enero de 2013

LO BELLO, NOBLE Y VERDADERO

Érase una vez, en un pueblo lejano, vivía una familia formada por el rey del pueblo, la reina y su hija de pocos años, la princesa Aisha (que significaba hija buena en el idioma Fula). Era una familia muy unida y muy querida por su reino, ayudaban siempre a los pobres y todos en el pueblo eran muy bondadosos, de ahí venia el nombre del pueblo llamado Bondadvillage.

La madre de Aisha era muy bella y buena, la gente en el pueblo la admiraban. Por suerte, parecía que la pequeña princesa había heredado gran parte de su genética y su bondad. Ella era de temperamento alegre y divertido, tenía
buena cabeza y sabía bailar y pintar  admirablemente.

Un día comenzaron varios habitantes del pueblo a enfermar, cada vez había más y más enfermos en la consulta del médico. Todo el mundo estaba muy apenado ya que no se podían ayudar unos a otros y eso  frustraba mucho a la gente tan bondadosa del pueblo. El día más triste para todos fue cuando la reina enfermó y finalmente murió. Tan pronto como la enfermedad vino, así se fue, pero el pueblo, se derrumbó ante tal desastre. Habían pasado de ser el pueblo más feliz y bonito al más triste de todos, ni siquiera el sol se atrevía a salir y poco a poco los habitantes del pueblo se fueron entristeciendo y empobreciendo . El rey estaba tan apenado que descuidó su reino por completo. 


Tras años llorando, tocaron en la puerta de su castillo una señora alta y muy delgada, vestida de negro entera y acompañada por caballos negros de ojos rojos.

El rey al abrir la puerta fue intoxicado por unas bayas venenosas que provocaron el enamoramiento al instante de aquella señora tan tenebrosa y malvada a la que ahora obedecía sin pensar. Al cabo de un tiempo se casaron y mandó a sus criados recoger sus pertenencias y las de su hija Aisha y llevarlas hasta la casa de su nueva mujer . La casa se encontraba en un pueblo aun más lejano llamado Maldadvillage un pueblo rodeado de volcanes y de montañas tenebrosas donde se escondían las casas de la gente más malvada del mundo entero.


En el pueblo se admiraba lo malo y se odiaba lo bondadoso por eso Aisha era la ciudadana más horrible del pueblo, todo el mundo la odiaba y nadie la respetaba. Ni siquiera su propio padre que había sido envenenado como muchos habitantes del pueblo por aquellas bayas que provocaban el rechazo absoluto a lo bello, bueno y verdadero. Pasaron allí años sin salir del castillo de la malvada señora. Aisha no podía entender cómo su padre  había dejado de ser bueno de la noche a la mañana y cada día intentaba hacerle recordar cómo era cuando vivían juntos en Bondavillage. La madrastra, harta de las historias de Aisha ordenó, a un criado, matarla en los bosques oscuros de aquel pueblo. El criado iba preparado para hacerlo pero al ver a Aisha tan asustada, la dejó marchar con la condición de no volver más a ese pueblo.



Ella corrió y corrió, esa noche le sorprendió una tormenta en medio del bosque cuyos senderos no lograba reconocer y tras caminar mucho tiempo, divisó una lucecita, de lo que dedujo que había una casa donde resguardarse hasta el día siguiente. Asustada pidió ayuda creando un gran alboroto en la entrada. Al abrir la puerta apareció un hombre alto y fuerte con las manos ocupadas por un montón de lo que parecían ser pócimas. Detrás de él se encontraban seis hombres más de aspecto parecido. Todos eran hermanos y aceptaron ayudarla a cambio de pequeñas gotitas de sangre bondadosa que ella sin duda tenía y que los hermanos necesitaban para sus pócimas. Éstos, se dedicaban a combatir con la maldad y los envenenamientos de la bruja de Maldadvillage. Arriesgaban sus vidas para llevar pócimas de la bondad a los habitantes engañados y envenenados del pueblo. Aisha entonces entendió porqué su padre se había vuelto tan malo y odioso y decidió colaborar con gusto. Sobretodo ayudando a uno de los hermanos con quien se llevaba estupendamente. Así,  día tras día, Aisha fue preparando una pócima tras otra.
Un día los soldados de Maldadvillage descubrieron la casa de los siete hermanos, les arrestaron y llevaron, con Aisha incluida, hasta la casa de la bruja y reina de Maldadvillage quien ordenó matarles al día siguiente. Aisha, que había cambiado mucho y por eso nadie  la reconocían, pidió una última voluntad. En el tiempo que estuvo viviendo con los siete hermanos había aprendido mucho así que pidió hablar con el rey. Ella llevaba con sigo la pócima que despertaba a las personas envenenadas por aquellas bayas y nada más el rey se acercó, le sopló aquellos polvos mágicos. El rey al instante se dio cuenta de todo y la princesa le contó quien era realmente y qué había ocurrido.  Éste cogió parte de esa pócima y la esparció por todo el pueblo diciendo:
admirad lo bello 
venerad lo noble
guardad lo verdadero
esto conduce al hombre, 
en el pensar a lo cierto
en el sentir a la paz
y le enseña a confiar en el amor verdadero.

Entonces la malvada bruja al ver tal desastre se desmayó. Al despertar se encontraba en la cárcel y condenada a muchos años a realizar cosas bondadosas.


La princesa con el tiempo se casó con uno de los siete hermanos y formaron una familia en el castillo donde ella se había criado.

Volvieron a llevar la felicidad a Bondadvillage y el rey se encargó de ayudar a los hermanos con la tienda de  pócimas que abrieron en varios pueblos cercanos.

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